Tengo muchos conocidos, aunque no estoy muy seguro de si ellos me conozcan. Muchas ex, aunque me llevo bien solo con un par de ellas. Muchas medallas, pero no consigo una desde hace un par de años. Muchos diplomas, bueno, tenía. Muchas lágrimas aguantadas, críticas sociales mudas y comentarios reprimidos por una sociedad que se reconoce solamente machista y racista, pero que al parecer no pretende admitir que no se toma muy en serio a la generación que se viene.
Tengo, en síntesis, muchas interesantes ideas en mi cabeza, pero mi antiguo blog se titula "Menor de edad" y estoy a punto de cumplir dieciocho, por lo que, para evitar ser incongruente conmigo mismo, "Avla" tomará el papel de foro abierto, paño de lágrimas, confesionario, conversatorio político y, porqué no, diario personal de un muchacho peruano tan ansioso, imberbe y optimista como todos los que me acompañan en el micro rumbo a la universidad o hacen cola picadazos en una sanguchería, luego de una loca noche barranquina.
Aquí retroalimento mi narrativa y aliviano la carga de mis dedos. Aquí callo a los que me juran el próximo Vargas Llosa (en broma, probablemente) y me instan a seguir escribiendo a pesar de que nunca comentan nada. Aquí contribuyo a la sociedad desde mi perspectiva juvenil. Aquí me juro el escritor que nunca tuve el valor de admitir que quiero ser.
Música, política, tendencias, reus, sociedad, jama, pelas, gileos, relatos universitarios, consejos, points. Todo lo que te interesa puede estar aquí. Y si no te interesa, entonces no jodas.
Es aquí y es ahora cuando reempiezo todo.
Avla, ¿me acompañas?
Bienvenido, entonces.
